¿Qué es la identidad corporativa?
La identidad corporativa se define como el conjunto de elementos que transmiten la personalidad y los valores compartidos de una empresa. Los beneficios de trabajar en este documento son:
- Contribuye con una buena percepción de imagen corporativa, lo que contribuye con la credibilidad y confianza del público hacia la empresa.
- Genera mayor lealtad en los clientes: La identidad corporativa genera identificación en las relaciones con el cliente.
- La identificación con los valores de la empresa, sumado a una excelente experiencia del cliente y productos de calidad, permite alcanzar más fácilmente la lealtad del cliente. Lograr esta conexión es clave —un 18% de los clientes es capaz de abandonar una marca para apoyar causas que considera importantes.
- Te permite diferenciarte de la competencia: Una identidad corporativa coherente y atractiva te distingue de tus competidores. Esto significa que tus clientes reconocerán con facilidad tu producto y será más probable que lo recuerden ante cualquier decisión de compra que deban tomar.
- Fortalece el sentido de pertenencia de los colaboradores: Con la existencia de comunidades virtuales en las que las personas expresan su opinión sobre una compañía. No solamente tus clientes externos opinan en estos foros. La opinión de tus empleados en estas comunidades tiene un impacto significativo en la imagen corporativa.
Ten en cuenta que, para el 84% de los directivos de las empresas, la motivación de los colaboradores es importante para el éxito de sus organizaciones.
Elementos de la identidad corporativa y ejemplos exitosos
A diferencia de la imagen corporativa, los elementos que componen la identidad corporativa son controlables por la empresa. Algunos de ellos son: el logo, la gama de colores utilizados, la tipografía, la guía de diseño y el tono de voz.
El logo
Considerado como la piedra angular de la identidad de la marca, el logo merece especial atención a la hora de su construcción. Posiblemente, se trata del elemento visual que más perdura en el recuerdo de los consumidores.
Un experimento con mil personas realizado por la compañía de venta de vehículos Van Monster en el Reino Unido, demostró que un 93% de la muestra recordaba algún detalle de los logos de las marcas Audi y BMW.
Para perdurar en la mente de tus clientes, tu logo debe tener la capacidad de trascender en el tiempo.
Ejemplo exitoso – Apple
Un logo debe transmitir claramente la personalidad y los valores compartidos de tu empresa. El logo de la empresa Apple, que consiste en una manzana mordida, refleja la simplicidad de sus productos. Además, la mordida sugiere una nota de creatividad y originalidad. Así, el logo sintetiza el diseño y la innovación asociados con la marca.
Los colores
El uso de los colores en tu logo puede contribuir con la identificación de los clientes. Según un estudio de la Universidad de Georgia, algunos colores pueden impactar positivamente en la felicidad de las personas.
Ahora bien, antes de elegir los colores que utilizarás para construir tu identidad visual corporativa es necesario conocer su significado. El dominio de esta información constituye un excelente punto de partida.
El significado de los colores ha sido ampliamente estudiado desde la psicología y el marketing. Es importante tomar en cuenta cómo se combinan los colores entre ellos y con el fondo. Por ejemplo, el logo de Trivago combina armónicamente tres colores en un fondo blanco.
La tipografía
La tipografía es un aspecto relevante en la construcción de la identidad corporativa de tu empresa. Si quieres transmitir lujo y sofisticación, no utilizarás la misma fuente que usarías si te dirigieras al público infantil, por ejemplo.
Para usos más tradicionales, se recomiendan fuentes como Book Antigua o Times New Roman. Por otra parte, es adecuado usar Arial o Helvética si tu intención es transmitir alegría y modernidad.
Además de seleccionar con criterio las fuentes, se recomienda utilizar un tamaño legible, evitar combinaciones innecesarias de fuentes y usar las mayúsculas con mesura. Las formas y trazos también son importantes.
El logo de Slack, modificado en 2019, presenta una interesante combinación de colores con un sobrio estilo de fuente. Se corresponde con el perfil de la marca, cuyo objetivo es contribuir con el desarrollo del trabajo en equipo.
El tono de voz
Aunque la identidad visual corporativa es muy importante, la forma en que la marca se comunica con el cliente va más allá de lo icónico.
La manera única en la que tu empresa “habla”, interactúa con clientes y público general es lo que se conoce como “tono de voz”.
Al igual que el resto de los elementos de la identidad corporativa, el tono de voz debe estar en correspondencia con los valores de la empresa y el tipo de relación que quieras establecer con tus clientes.
Elegir entre las formas de tratamiento formal e informal, o entre un lenguaje técnico o humorístico, tendrá un impacto en el tono de voz de tu empresa.
Apple, por ejemplo, utiliza un tono de voz íntimo, impregnado de calidez. Palabras como “innova, inspira, sueña”, transmite que la organización confía en sus capacidad para superarse y distinguirse.
¿Qué es la imagen corporativa y cómo se relaciona con la identidad corporativa?
La imagen corporativa se define como la percepción que el público de una empresa –clientes, empleados, stakeholders– tienen o han construido en relación con ella.
Está compuesta por distintos elementos asociados con la percepción; como el logo y los colores predominantes, que suscitan la activación de este concepto global en la mente de los clientes.
Para conseguir buenos resultados, necesitas clientes con una visión positiva de tu negocio, y que estén dispuestos hablar bien de ti. Según Forbes, el 92% de la gente confía más en las recomendaciones de otras personas que en las de las propias marcas.
Asimismo, tu negocio debe impresionar (sin perder la coherencia en el mensaje) de manera positiva a otros grupos de interés —colaboradores, inversionistas, distribuidores, agencias reguladoras y ONGs.
Una organización coherente es aquella que proyecta y vive una sólida relación entre su identidad corporativa y la imagen que el público construye sobre ella.